miércoles, 13 de mayo de 2009

BUSCAS TRABAJO? Parte TRES


BUSCANDO TRABAJO? Parte TRES


A LA HORA DE LA ENTREVISTA

Cuando te llamen para una entrevista, anota y conserva bien los datos de la institución y de la persona que te está llamando. Eso te ayudará a tener claro con quién y a qué hora deberás presentarte, por otro lado si ocurriera algún imprevisto, podrás comunicarte con esa persona de una manera más rápida.

No aceptes citas de firmas o puestos que no te interesen en realidad. No pierdas tu tiempo ni se lo hagas perder a los demás. Si tienes pensado no asistir, mejor dile a tu interlocutor que no estás interesado en la oferta y deja ese tiempo disponible para que sea aprovechado por otra persona. Dejar plantado a tu posiblemente futuro patrón te hará quedar como una persona informal y no serás tomado en cuenta para otras vacantes.

Sé puntual. El tiempo de cualquier persona es muy valioso como para desperdiciarlo esperándote y finalmente tal vez ya no te entrevisten.

No te pongas nervioso. Que tu desenvolvimiento sea natural. Obviamente estás ansioso de obtener la chamba y quieres causar la mejor de las impresiones. Recuerda que esa primera cita tiene el objetivo de conocer. La empresa tiene la oportunidad de conocer y evaluar al futuro trabajador y ¿porqué no? el solicitante tiene la oportunidad de conocer a la compañía y evaluar si tanto la corporación como las labores a ejecutar y la paga están de acuerdo con sus propios intereses, así que el conocimiento y evaluación son mutuos.

El reclutador te preguntará todo lo que desee saber sobre ti y a su vez te dará la oportunidad de aclararte tus dudas. Pregunta todo lo que necesites saber de la institución y de las funciones. El proceso de reclutamiento y selección se compone de diferentes etapas, así que –dependiendo del caso- difícilmente te dirán el sueldo y las prestaciones en el primer contacto. Que no sea esta la primera de tus preguntas.

Que tus respuestas sean tan amplias o tan cortas como la pregunta lo amerite. No te extiendas demasiado en cosas intrascendentes y por favor abunda y ejemplifica si es necesario en donde tengas que hacerlo.

La actitud es uno de los factores en que más se fijan para darte el empleo o no. Es normal que estemos deprimidos durante el tiempo en que no contemos con una fuente de empleo y es normal que nuestra autoestima esté mermada. Si te encuentras en una situación emocional de este tipo, es necesario que hagas un doble o triple esfuerzo por hacer notar que eres una persona con actitud positiva, aunque hay que tener cuidado de no caer en el otro extremo.

No exageres tratando de agradar. Quienes se dedican a reclutar y seleccionar personal tienen la preparación y la experiencia suficientes y se darán cuenta de este y otro tipo de cosas, así que lo mejor es ser honesto, claro y directo en tus respuestas. No es bueno decir “sí” a todo. Aunque muchos proyectos buscan empleados multidisciplinarios y multifuncionales, hay límites. Decir que sí a todo hará que te veas como una persona desesperada y ese tipo de gente es la primera en ser descartada.

Por favor, cuando te pregunten qué es lo que estás haciendo para solventar tus necesidades económicas ante la falta de una actividad remunerada, siempre será más conveniente decir que estás haciendo traducciones en tu casa o vendiendo productos por catálogo, por ejemplo, en lugar de decir que estás viviendo de tus rentas o que estás aprovechando para descansar después de haber trabajado tantos años sin un solo día de vacaciones. Estas dos últimas respuestas o cualquier otra que se le parezca te hará ver como una persona que no logra encontrar soluciones en situaciones adversas. Ten en cuenta que a las personas se nos contrata para resolver problemas.

Reflexiona bien lo que vas a responder a la pregunta de si tienes disposición a viajar, a rolar turnos o a cambiar de residencia. Para muchas firmas esta información es de alta relevancia porque con base en ello toman decisiones importantes. Si no tienes esa capacidad, es mejor dejarla saber desde el principio.


DESPUES DE LA ENTREVISTA

Todos sabemos como nos fue en una entrevista. Tenemos un sexto sentido que nos dice si somos candidatos ideales o no, aunque la gran necesidad de obtener un empleo y la desesperación pueden hacernos creer otra cosa.

Un buen reclutador podrá preguntarte si estás de acuerdo en acudir a un segundo llamado o si no tienes inconveniente de presentar exámenes, etc., pero jamás deberá darte esperanzas de que serás o podrías ser contratado, eso no debe ocurrir en ninguna de las fases del proceso de reclutamiento y selección. De ser así, no es un profesional, no es ético, no es formal y que mal plan. Si te da esperanzas, no le creas.

Espera un tiempo razonable para que te vuelvan a llamar. Aunque es básico estar al pendiente de la vacante, no es bueno estar llamando diario para ver si te van a citar nuevamente o si te van a dar el cargo o no. Es triste, pero muchas personas –no las empresas- no son lo suficientemente honestas para decirte que el puesto ya se ocupó o que fuiste descartado en el proceso y en lugar de eso te siguen dando largas y falsas esperanzas. Ten paciencia y conserva la calma.

Tienes derecho de preguntar y en caso de no haber sido elegido -si quien te reclutó es profesional- podrá decirte tus áreas de oportunidad y de esta manera tú podrás saber porqué no fuiste seleccionado, y además de eso superarte en dichas áreas. En algunas ocasiones la diferencia entre el candidato al que se le dio la preferencia y el que fue rechazado es nula o mínima además de subjetiva. Otras de las veces en lugar de contratar a alguien las compañías optan por hacer una promoción interna y si no te enteras de esa situación, aparte de frustrado te sentirás que no sirves y eso no es verdad.


Espero que estas ideas te sirvan en la búsqueda de un nuevo empleo.

Aprecio sus comentarios sugerencias…

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